Sentamos al alumnado en dos filas de
tal manera que queden enfrenteados uno a uno.
Sin dar más instrucción que la de
“programar al robot para que llegue a nuetro compi de enfrente” comenzará la
primera pareja.
Donde quede el robot quedó. No se dan
instrucciones de lo que falta por hacer o de lo que sobra. Se debe promover el
diálogo entre todo el alumnado para comentar si ha llegado el robot hasta el
otro compañero o no y sobre por qué habrá ocurrido eso.
Una vez la primera pareja haya jugado
en primer lugar le pasamos el robot a la pareja de al lado. Se supone que tras
la observación de los primeros participantes irán calculando para que el robot
llegue al compañero.
Variante:
Podemos sentarlos a todos unos al
lado de otros y marcar una línea a una distancia determinada.
Podemos acordar con los colores de
los disfraces del robot cuando deben programar el robot para que se pare justo
en la línea, cuando debe quedar más atrás de la línea y cuçando debe pasar de
la línea.
Estas fueron las instrucciones que acordamos en la sesión de coordinación y efectivamente el alumnado llegó a sus propias conclusiones y la diversión estuvo asegurada en todo momento.
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